Aunque aún no es oficial, pero sí real, Evo Morales ganó las elecciones en Bolivia, convirtiéndose en el primer presidente de ese país de origen indígena, siendo parte así de la mayoría de la población que nunca ha tenido acceso a las decisiones.
En un escenario difícil, este líder ha sabido transformarse en uno de los importantes, a fuerza de movilizaciones y presiones que en algunos momentos han golpeado duramente a Chile. Razón por la cual, más allá de las palabras diplomáticamente correctas del Ministro de Gobierno, Osvaldo Puccio, en torno a que las relaciones se mantendrán con el mismo respeto ganara quien ganara en Bolivia, está claro que a más de alguien en nuestro país le preocupa este nuevo presidente.
Evo Morales tendrá que vérselas con la irritación de Estados Unidos, ya que él ha declarado que pretende la legalización de los cultivos de coca, en contra de la política de persecución que siempre ha tenido el país del norte en Bolivia, ayudado por los gobiernos de derecha bolivianos. Si bien creo que el problema de la droga es urgente y crea enormes daños no sólo sociales, si no que también de descomposición social como los vividos en Colombia, no se la debe atacar como hace EEUU, reprimiendo a los que la producen desde sus primeros pasos. Eso parece más bien una medida destinada a mostrar alguna acción evaluada positivamente por su población, más que una buena solución. Una solución real sería atacar las causas que generan el caldo de cultivo necesario para que exista un alto consumo de drogas al interior del país.
Pero Evo Morales aparece con un respaldo importante, una credibilidad de parte de sus adherentes que él tendrá la posibilidad de desarrollar necesariamente frustrándolos un tanto, si se acerca al centro con el fin de darle gobernalibilidad al país. Mientras que la clase que siempre ha tenido el poder, podrá escoger entre facilitar el camino y darle gobernabilidad al país con un líder que tiene más espaldas que los de la clase que ya ha fallado en sacar de la crisis a Bolivia, o siemplemente entorpecer el camino para pensar en volver a gobernar.
Hay cambios que son irreversibles, y un día de estos un cholo gobernará el Perú, saldando la deuda de los "blancos" peruanos con este sector de la población, mientras que Evo Morales hará un buen o mal gobierno, tedrá ayudas, piedras en el zapato o simplemente enemigos, pero ya llevó a la mayoría étnica de su país al poder.
6 comentarios:
Bolivia ha tenido tantos gobernantes en un complejo escenario de ingobernabilidad constante que reconozco en mi mirada cierta desconfianza frente a este gobierno, la fuerza de la igualdad y equidad y las necesarias reivindicaciones sociales, requieren un grado de reflexión,mesura y cambio de mentalidad que no me calza con el avasallador estilo de Morales .
por lo visto arrasó en las elecciones con un alto porcentaje de votaciones, saludos
Necesarios, Chavez, Morales y Castro, necesarios son para mantener un balance, para mantener pluralidad de mirada, para no perder la mágia que proveen las causas utópicas. Son nesesarios, tal vez útiles en la práctica no lo sean nunca, pero deben existir con esos versos furiosos y salvajes. Dan equilibrio, matisan la monotonía que abunda por todos lados. El gris de lo correcto y eficiente debe ser salpicado a ratos de estos personajes.
Gracias por tenerme entre tus link favoritos. Te mando un abrazo y espero volver pronto a ver esas arenas del norte que me vieron nacer.
KristianZ.
Ufff se ve dura la cosa, pero esperemos que todo en calma.
Hey te dejé un regalo en mi blog que sé te va a gustar
salu2
Jessica:
Dices que llegará el día en que un cholo gobernará el Perú.
Como medio peruano que soy, te cuento que ese día llegó hace 5 años, en la persona de Toledo, quien nació en la sierra (en la localidad de Cabana). Lamentablemente, no lo ha hecho bien.
Saludos,
A
Gracias por la aclaración Aguirrebello.
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