viernes, diciembre 23, 2005

Una despedida especial



Este es un recuerdo muy especial. Se trata de los estudiantes de ingeniería en industrias de la Universidad de Atacama de último año. Les hice clases de comunicaciones durante el mes de diciembre y les tomé esta foto en la última clase, donde evaluábamos el electivo que, paradójicamente, también era para la gran mayoría su último ramo.
Fue especial, aunque algunos habían dado su evaluación el día anterior, asistieron igual para escuchar a sus compañeros y compartir con ellos ese momento de despedida. En el ramo habíamos visto diversos enfoques y teorías de comunicación, con un afán bastante práctico de mi parte, de manera que pudieran enfrentar mejor sus relaciones laborales, y también en sus vidas personales. No era fácil evaluarlos, así que les di la opción de: hacer un discurso, o exponer un manejo de crisis, o analizar casos de acuerdo a los enfoques de comunicación que habíamos visto. La mayoría se inclinó por los discursos.
Y muchos hablaron de lo que había significado para ellos estos años de estudio,- la mayoría son ingenieros de otra especialidad, y algunos provenientes de otras carreras-, los costos familiares, el vencer el sueño, las expectativas que se les abrían y también el cariño y la amistad que había surgido con sus compañeros.
Hace ya dos años que hago clases en la Universidad de Atacama, a los estudiantes de derecho, y me encanta hacerlo. Sin embargo, nunca había estado en un momento tan emotivo, donde me sintiera tan involucrada, fue para mí un placer y un honor conocerlos e intentar traspasarles algunos conocimientos y experiencias.
Hablábamos de lo que es hablar en público, y hablar para los otros, que necesariamente lleva consigo el exponernos, mostrar nuestra identidad y ser sinceros con los otros. Y ellos se expusieron, la mayoría mostró quienes eran, sus inquietudes, algunas de las cicatrices que llevan por la vida y como han decidido seguir adelante. Fue una experiencia muy linda, una experiencia pedagógica pero desde lo humano. De esas que te alimentan y te impulsan a seguir adelante.

2 comentarios:

burtonbk dijo...

Hacer clases es maravilloso, bueno tú sabes yo me dedico a eso ya hace más de 6 años y aunque empezó como un pituto, hoy no podría concebir mi vida laboral sin todo lo que aprendo de la gente que conozco día a día impartiendo pedagogía.
salu2, ya estoy en salvadorcitytown

Barbaroja dijo...

Interesante experiencia e interesante mirada la tuya. Creo que humanizar las ciencias exactas es una apuesta a futuro respecto a como debe ser un profesional moderno. Hay que aprender a integrar nuestras emociones a la vida cotidiana... cómo mejoraría todo, no?...

Saludos y te estoy leyendo.