martes, enero 31, 2006


«Iré a otra tierra, a otro mar,
otra ciudad mejor que ésta encontraré.
Todos mis esfuerzos son una condena y
casi muerto está mi corazón.
¿Hasta cuándo podré, aquí, languidecer?
A donde vea, cualquier cosa que mire,
veo las negras ruinas de mi vida aquí
donde he gastado tantos años,
desperdiciados, destruídos totalmente»

No encontrarás otra tierra, otro mar.
La ciudad te perseguirá.
Caminarás las mismas calles,
envejecerás en los mismos barrios,
en las mismas casas encanecerás.

Aquí terminarás, no esperes nada mejor.
No hay barco para ti, no hay camino.
Como has destruido aquí tu vida,
en esta angosta esquina de la tierra,
así las has destruido en todo el mundo.

Este poema es de Konstantino Kavafis, escritor griego, homosexual, trata el canto al hombre como objeto sexual en muchos de sus textos. Vivió toda su vida como un honrado funcionario público robándole las horas al sueño para escribir su literatura. Este poema me gusta, habla de que el lugar no es el problema, si no más bien uno, y que lo que debemos solucionar está en nosotros, no afuera.
Más de alguna vez se lo leído a algún desesperado cercano en esos momentos que vemos todo negro y pensamos en opciones radicales como irnos y vivir esa metáfora de empezar todo de nuevo.
Una confesión: mi opción siempre ha sido quedarme.

lunes, enero 30, 2006

Lenten Lands, la historia de amor CS LEwis y Joy Davidman



"Tierra de sombras" muestra la historia de amor de C.S Lewis, el autor de Las Crónicas de Narnia y Joy Davidman. Una historia que no fue fácil para el escritor, convertido al catolicismo, un prestigio importante en una inglaterra que probablemente le reprocharía casarse con una mujer divorciada. Pero lo hizo.

Para quien queda atrapado por este filme de Richard Attenborough, protagonizado por Antony Hopkins, puede ocurrir producto de la magia de una historia que se explicita como real, o por las numerosas reflexiones del escritor divulgadas magistralmente con fragmentos de citas de CS Lewis, y diálogos que conmueven.

El filme muestra al matrimonio como motivado por conveniencia, la de proteger a Joy de la expulsión, con un CS Lewis que se resiste al amor, y se protege, y sólo al entregarse a él entiende verdaderamente el significado de la felicidad plena y luego del dolor, al morir ella de cáncer. Una de las escenas que me gustó mucho de la película es la del ropero, donde el hijo de Joy descubre un ropero en casa del escritor, donde pensamos que en cualquier momento entraremos a la ficción de Narnia.

Escribo todo esto de la película porque quiero recomendarles tanto el libro como el filme. Hay una edición de Lenten Lands de Andrés Bello que leí hace muy poco, escrita por Douglas H. Gresham, el hijo de Joy, quien recuerda la historia que presenció y a su padastro, aclarando como también profundizando muchos de los hechos que narra la película.

viernes, enero 27, 2006

Palabras para la última marcha de las madres de plaza de mayo


Ellas están en Argentina, cansadas y viejas ya de tanto recordar el luto que las cubre, de ser la memoria viva de un país que, como el nuestro, ha visto los horrores de las muertes de un terrorismo de Estado que las dejó sin sus hijos o hijas, y a muchas también sin sus nietos o nietas.
El mensaje es más bien esperazandor, al terminar la última marcha: ya no quedan asesinos en la casa rosada.
Estas palabras son en homenaje a estas madres y abuelas que han cansado sus pies y sus almas en esta marcha de 25 años, por la constancia, por de alguna manera impresionarme ante su imagen de mujeres sufrientes que no han cerrado un duelo y vivirlo, sacrificio que no es en vano ya que a las nuevas generaciones nos permite mirar el pasado y darnos cuenta de los resultados terribles que puede tener el desprecio a la vida humana.
Si quieren ver como informó página 12 de este momento histórico, piquen aquí

miércoles, enero 25, 2006

Cinco rarezas propias




Disculpen si enero ha sido el mes más flojo de mi blog, pero un exceso de realidad analógica me tiene absolutamente sobrepasada. Si no escribo, es porque ya no queda el más mínimo tiempo para mí. Así que por mientras, cumplo con la tarea que me encomendó Burton en torno a cinco rarezas de mi persona.

1.- He llegado a la conclusión que heredé algo del sonambulismo de mi madre. De niña, mi mamá se subía hasta los techos dormida, jugaba con cambiar platos de un lugar a otro y varias rarezas más hasta que alguna cura de esas secretas logró hacerle efecto y volver el sueño a esa familia. Yo, en cambio, nunca he hecho una verdadera locura dormida, pero me han dicho que puedo responder dormida. El domingo pasado, contesté el celular mientras estaba dormida, en la noche. Debo haberlo sacado de la almohada, apretarlo y contestar y además respondí un par de monosílabos de los cuales por supuesto no tengo ningún recuerdo.
Años atrás estudié casi toda la noche para una prueba al día siguiente, pedí que me despertaran temprano. Esta muy enojada cuando comprobé que mi prueba ya había pasado y ante mi queja de por qué no me despertaron, me respondieron que yo contesté en perfecto castellano que me había avisado que la prueba no iba. Una vez más, estaba dormida.

2.- Le tengo una verdadera fobia a las hormigas. No hay insecto que me moleste más que esos bichos negros. Me costó, pero un día pude ver la causa. De niña, tenía un perrito al que quería harto –podría haber sido veterinaria, ya que me encantan los animales y especialmente los perros- y se enfermó. Yo vivía en una casa con un gran patio, con especie de bodega donde él se refugió y lo encontré moribundo, lleno de hormigas que no esperaban su muerte para comérselo. Desde entonces las odio.

3.- Mi casa es una gran rareza. Tengo un hijo autista, actualmente tiene diez años, y la casa está muy acomodada a sus necesidades y también a proteger muchas cosas de sus afanes destructores y también a él de su ignorancia de lo que puede ser peligroso. Hay cosas que no se salvan. Hay carteles con los nombres de las cosas en las puertas, en varios objetos, una gran rotación de sillas y pisos que vuelven a ser destruidos pero siempre una silla plástica inmune que él traslada durante el día a diversos lugares; un par de muebles con llave que él siempre intenta descubrir para sacar los dulces y las colaciones que le encantan.

4.- Tengo una intuición bastante fina, pero muy desorientada. Es decir, a veces me sirve para guiarme en un par de cosas más bien profesionales, antes me servía más. Era capaz con muy pocos datos de descubrir la dirección de alguien que necesitaba ubicar sin preguntar, pero creo que este sexto sentido se ha atrofiado o ha perdido la brújula y funciona para cosas más bien nimias, y a las que más encima no le hago caso. Por ejemplo, durante hartos meses cuando me estaba metiendo a la ducha presentía que se iba a acabar el gas. Como el agua salía caliente, no pescaba, para sólo lamentarme cuando ya tenía la cabeza llena de shampú por no haberle echo caso a mi intuición y tener que terminar con agua fría. Ah! Y detesto mucho el agua fría.

5.- Tengo un paladar que en su parte superior, donde comienza la garganta, de vez en cuando titila y hasta emite sonidos.

Paso este meme a Fernando Alcayaga, a Barbaroja, a Vero y a Cristian.

lunes, enero 23, 2006

Luto minero


Tres muertos es el saldo de un accidente al interior de la Mina Carola, que funciona en la comuna de Tierra Amarilla. En la misma semana y en la misma mina, se había producido una muerte por un accidente en la correa transportadora. Estos tres muertos han enlutado a Copiapó y Tierra Amarilla, la mina está actualmente cerrada hasta que se investigue el cumplimiento de las medidas de seguridad, mientras los trabajadores señalan que adviertieron los problemas.
Los cuestionamientos son varios, como la existencia de una salida de emergencia en caso de un incendio como el que ocurrió y que le costó la vida a estos tres trabajadores. Una tragedia que podría costar una vida más, ya que hay un trabajador más entre la vida y la muerte hoy hospitalizado.
Sernageomin, organismo encargado de la supervigilar la seguridad en este tipo de operaciones, tiene sólo dos fiscalizadores en terreno, lo que queda claro que es insuficiente para la gran cantidad de faenas que operan en esta zona.
Más informaciones en los medios de la zona:
(foto de Diario Atacama)

jueves, enero 12, 2006

Mis nueces para el amor



“Hay que salvar esos recuerdos
Para salvarte a ti”


Mi amiga Burton siempre me había dicho que tenía que verla. Y uno de estos días sucedió naturalmente, casi accidentalmente, ya que la transmitían en uno de los canales del cable. La película tiene una textura que acompaña muy bien la historia de los personajes, de Alicia y Marcelo, que se conocen después del recital Adiós Seru Giran, se enamoran, pero ella decide volver a su pareja que la acompañaba en sus afanes políticos-izquierdosos de la época. Se separan sin valorar el amor. Años después se reencuentran primero en España, exiliada ella y él joven profesional en camino al éxito. Luego en Argentina viven plenamente la historia de amor que el reencuentro le da mayor magia. Pero como dice la narración, Marcelo no habría podido tirarse sin red en esa relación, dejando su matrimonio e hijos por el amor.
Ya con Alicia en crisis, la hija pide ayuda a Marcelo, con ciertas dudas respecto a si se trata de su verdadero padre. Alicia enloquece y el matrimonio de Marcelo cae por su propio peso, demasiado tarde ya para una historia que Marcelo decide igual vivir con la única mujer que ha amado en su vida.
Es una historia de amor, entre Alicia que ha vivido la dictadura argentina y el exilio, su hija noventera que no entiende demasiado la vida en su país y las marcas que lleva producto de las decisiones de sus progenitores y de la ferocidad de los tiempos que desaparecieron a su padre.
Las nueces ayudarían a tener vigor para hacer el amor, pero la abuela de Alicia también decía que eran necesarias alcauciles para el olvido. A Alicia y Marcelo nunca le funcionaron las alcauciles.
La sugerencia de mi amiga tiene que ver con una vieja historia de amor que viví con el que fue mi primer amor, a los quince años. La historia es larga, porque yo me fui de la ciudad, y años después volvimos, antes que yo entrara a la universidad, y ocurrieron miles de cosas, y volvimos a la distancia cientos de veces, cientos de años y vacaciones que me arrancaba para estar algunos días a su lado. Cometí la infidelidad de casarme con otro, claro habíamos terminado antes y yo escogí. A los meses de separada, él trató de ubicarme y yo viajé a casa de mi hermana y finalmente nos contactamos y volvimos a revivir la historia que nuevamente falló. Por falta de compromiso de él y mía. Porque nunca nos decidimos a cambiarnos de ciudad, y dejar lo demás a un lado, estudios trabajos, tanta cosa. Con él aprendí a amar, pero entonces aprendí mal.
Todo esto no viene por la película, si no por una conversación que anoche tenía con la que fue una de mis profesoras en la universidad, que entre trago y música conectábamos con algunas historias del pasado. Ella, al igual que yo, hoy está con pareja y feliz. Pero sabe muy bien que eso no es fácil, que para ello no podemos repetir los errores del pasado.
Yo le explicaba que aprendí en determinado minuto que el amor es una decisión también, y un compromiso profundo con la otra persona. Dejar de ser la mujer racional que siempre decidía por los estudios, por el trabajo, por la familia, porque no sé quién me enseñó que todo eso estaba primero. Cuando le di la importancia a la mujer que necesita también amar y debía hacerlo, me reconcilié con el amor, y tuve fuerzas para no volver a necesitar alcauciles para el olvido, que por lo demás no existen en Chile.

PD. La película tiene algunas curiosidades. Alicia y Marcelo son interpretados en juventud por Malena Solda y Nicolás Pauls, y adultos por Gastón Pauls (hermano de Nicolás) y Ariadna Gil.

martes, enero 10, 2006

El agua tiene sabores, aunque no lo crean


Hay una vieja superstición -porque todas las superticiones por esencia son antiguas- que dice que los primeros doce días del nuevo año representan como será cada uno de los meses del que comienza.

Deseo con todo mi corazón que no sea así, ya que he estado casi secuestrada en medio de pega, problemas de salud de mi familia y múltiples quehaceres que me han tenido casi sin vida personal. Y sin bloguear, que a estas alturas es una de las cosas más entretenidas que hago.

Bueno, disculpen por la interrupción, pero estaré unos días más un tanto alejada. No estoy en Copiapó, desde ayer, en el sur para mí, para otros sólo en centro del país. Extraño mi casa, mi computador, a Cristian y a toda mi familia. pero también extraño el agua.

Soy de esas pocas que siempre toma agua de la llave, y sé que el agua de mi región no es para nada saludable, tiene más minerales de los normales y no sé cuántas cosas más, pero estoys acostumbrada a su sabor. El agua de estos lados me parece desabrida. A estas alturas las raíces han comenzado a atraparme, ya que antes no sentía tanto los detalles, como la cama, y me vivía con más sentido de aventura cualquier viajes.

Respecto al agua, recuerdo que cuando llegué a Antofagasta -donde estudié cinco años- encontré el agua como el mayor martirio. Tanto es así, que mi cara se manchó producto del arsénico que contiene, que ni con los filtros sofisticados logran neutralizar. Bueno, estaré unos días más por estas tierras, con un calor extraño, más molesto que el nortino y sin las posibilidades de descansar del calor que da la noche desértica.

lunes, enero 02, 2006

Año Nuevo, jaqueca nueva


Quería brindar con mis mejores ropas y los seres que más quiero, aunque mis dos pequeños angelitos sólo toman bebida. Todo con ese color de año nuevo, lleno de brillos, sedas y otros elementos glamorosos, tan fuera de la rutina, y luego irme de parranda, escuchar música fuerte, beber el ron que había comprado para la ocasión y volver cuando ya estuviera claro. Vivir una noche de esas en las que la expectativa era el ambiente, porque lo demás estaba todo bien.
Hasta que apareció una de mis jaquecas, esas culpables del despretigio del género femenino. La combatí con un montón de pastillas, que me permitieron llegar hasta el brindis, ver los fuegos artificiales, abrazar a los míos y a un par de vecinos y luego no poder más y simplemente tirarme a dormir.
En fin.
Feliz Año que comienza para todos los amigos y amigas de la blogósfera que a menudo se dan una vuelta por aquí.