Hace un par de horas he vuelto a Copiapó. Aterrizando, más bien, en la realidad con esa sensación de fin de mis vacaciones. Ahora comenzará el año de verdad, con todos los ajetreos, tareas y responsabilidades que durante un poco más de dos semanas habían cambiado de ritmo. Mañana es mi último día de vacaciones, pero tengo un kilo de cosas por hacer antes de que la rutina del trabajo me consuma.
Por mientras, termino de releer "Sobre Héroes y Tumbas" de Ernesto Sábato, y lo disfruto incluso más que la primera vez. Descubro al personaje de Bruno, alter ego del escritor, de una manera distinta, luego de haber leído sus ensayos, entrevistas y tantas cosas. Pienso en esas historias extrañas, tan desoladas que debía exorcizar escribiéndolas y me siento nuevamente a años luz de su escritura.
Eso ya me había pasado, no sé si lo había comentado antes, pero por ese entonces intentaba escribir una novela sobre Dalí, un personaje que primero fue un cuento. Después de leer Rayuela quería experimentar con defragmentar el relato, mostrar incluso el proceso de escritura y entonces llega a mis manos Abbadón El Exterminador que lo hace magistralmente y me paralicé. Nunca más pude retomar esa historia. Creo que fue para mejor, en todo caso, ya que no estaba preparada para dar con un buen producto en ese tiempo con una idea tran pretenciosa. Había que ser un maestro para escribirla bien, como me di cuenta al leer la tercera novela de Sábato.
Entre paréntesis, las malas lenguas dicen que es un serio postulante al premio Novel de Literatura, ya que este año dicen que soplan vientos como para latinoamérica, y considerando que la academia no ha reconocido a los grandes narradores argentinos (Borges y Cortázar incluidos), sería un buen reconocimiento. Otros postulantes son Nicanor Parra -que por su mala historia de amor con una sueca dicen que nunca lo obtendrá- y Gonzalo Rojas. La verdad es que los tres me gustan.
Bueno, volviendo a los idílicos días de vacaciones en la playa, debo decir que me traigo una enorme sensación de paréntesis de la realidad, de haber descansado, a pesar del cansancio de nadar, caminar, hacer labores y comidas (bueno, algunas), de disfrutar con mis hijos, mi pareja, y la Liza (mi perrita faldera). Lo único malo es darse cuenta que a pesar de los esfuerzos laborales del año, sólo alcanza para unos pocos días en una playa cercana. Por suerte, en estas zonas tenemos un hermoso litoral y Bahía Inglesa, tiene su magia. Por el momento, esta foto prestadas, esperando bajar las tomadas por nosotros.
4 comentarios:
Hola Jessica: Feliz regreso y despues del descanso..ya sabes, atrabajar.
La direccion de este blog es nueva ( te escribo ahora desde el ). El otro tambien sigo con el, pero ultimamente daba problemas de acceso con el servidor y por eso tuve que abrir este.
Lolitas hay muchas. Ya veras mas fotos.
Un besote.
Lo im portante no es la playa,sino que disfrutes junto a tú familia,ojalá el proximo año puedas arrancar más lejos
José Luis
Feliz regreso jessicucha
Tus seres queridos, la linda playa chica de Bahía Inglesa, su arena blanca y buena literatura. ¡Qué rico, Jessica!
Voy por don Nica para el Nobel. En una de esas se lo gana Mario Vargas Llosa, y también me gustaría.
Abrazo,
Andrés
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