Quijotes de la lectura en peligro de transformarse en mamuts

Cuenta Tom Wolfe en Infoverborrea que tres de los ilustradores norteamericanos más grandes del siglo xx, Seymour Chawst, Paul Davis, Milton Glaser y James McMullan, daban una conferencia en Japón, en el Museo Suntory, orgullosos de su fama, cuando escucharon con espamo al traductor, quien los presentó como “artistas de la era manual”. Ahí se dieron cuenta que para la nueva generación de artistas, estos ilustradores eran como unos “decrépitos mamuts lanudos”, representantes de una era ya lejana, pasada, y no los prestigiosos artistas que venían a hablarle de posibilidades de futuro.
Algo así sentí anoche. Fui a un café literario con Cristian, organizado por los Quijotes de la Lectura, un programa del Consejo de Cultura para difundir la lectura y apoyada por la Sociedad de Escritores de Atacama y la nueva filial Copiapó de la Sociedad de Escritores de Chile.
Me lo provocó el discurso un tanto moralizante de la maestra de ceremonia, que a cada rato se refería a sentirse quijotes, trabajadores por lo que mostraba como la heorica, ideal y causa perdida de la lectura. Que los niños, los jóvenes, los adultos y todos ya casi no leían, que en las escuelas ahora se les estaba enseñando, como punto positivo, que las nuevas generaciones conozcan a los escritores regionales. Claro, hicieron una bonita reunión donde más del cincuenta por ciento de los presentes iban a leer sus poesías, pero cada vez sus palabras me dejaban una sensación vaga que luego logré traducir.
Entonces recordé a Tom Wolfe, y pensé que la maestra y varios de los presentes que al parecer pensaban lo mismo, estaban como los viejos mamuts, tratando de ver el mundo como lo han conocido, pero no se han enterado todavía de lo que está pasando. Personalmente creo que hay más gente escribiendo y leyendo que nunca, gracias a los Blogs y a internet. Que aquellas personas interesadas en hacer arte, tienen las posibilidades de hacerlo más fácilmente con esta nueva tecnología, y además muchos incorporan fotografía y trabajos en fotoshop u otros posibilidades abiertas para la creatividad.
Los que escriben, tiene cuentos, relatos, novelas por capítulos e incluso colectivas. Claro, como todo en la vida hay de diversas calidades pero ese ya es otro problema si estamos hablando de difundir la lectura y más aún, la escritura.
Recordé a Diminui, la mexicana de Blogueratura, cuando firmó en un comentario donde me comunicaba que ya estaba registrada “gracias por seguir publicando la palabra” y la cita que caracteriza a este sitio “una generación se leerá en boceto, antes que la obra”, dando cuenta del fenómeno que lleva a muchos a escribir compulsivamente desarrollando un área para algunos dormida, para otros lejana y para otros algo que siempre han hecho pero que no tenía mucho lugar donde publicar. Está claro, todos buscamos lectores.
Volviendo a mi sentimiento, pensé que estaban realmente equivocados con eso de que no se lee. Lo que ocurre es que las lecturas son distintas y los soportes también y ni se han enterado. Y si la política es impulsarla, se debieran utilizar formatos atractivos para jóvenes y niños, y también para adultos, ¿por qué no impulsar la lectura de literatura a través de Blogs?
En Estados Unidos, “tres de cada cinco adolescentes de EE.UU. con acceso a internet han creado material online, y una quinta parte dispone de su propio "blog" o bitácora personal” según Pew Internet and American Life Proyect. No es que quiera decir que tenemos los mismo índices de acceso de un país desarrollado, pero esto da cuenta que en las generaciones más jóvenes el tema prende y el Ministerio de Educación no en vano ha hecho una inversión considerable en tener la red enlaces, que por lo demás debiera ser con softwares libres, dicho sea de paso.
Bueno, después me fui bastante silenciosa y algo resistente a un café con el resabio de los escritores que deseaban conocer un poco más a la poeta Alejandra Zhari, pensando que en realidad les hacía bastante falta conocer lo que hay de nuevo en el ambiente para que nos les pase un día cualquiera lo de los ilustradores norteamericanos, y se den cuenta que se transformaron en mamuts sin ni siquiera darse cuenta.