miércoles, noviembre 16, 2005

Del archivo de recortes:


Todas las cartas de amor son ridículas

Fernando Pessoa, publicado bajo el seudónimo de Alvaro de Campos

Todas las cartas de amor son
ridículas.
No serían cartas de amor si no fuesen
ridículas.

Yo también en mi tiempo
escribí cartas de amor,
como las demás,
ridículas.

Las cartas de amor, si hay amor,
tienen que ser
ridículas.

Pero, al fin y al cabo,
sólo las criaturas que nunca escribieron
cartas de amor
sí que son ridículas.

Quién me diera en el tiempo en que escribía
sin darme cuenta
cartas de amor
ridículas.

La verdad es que hoy mis recuerdos
de esas cartas de amor
sí que son
ridículos.

Todas las palabras esdrújulas,
como los sentimientos esdrújulos,
son naturalmente
ridículas.

Saqué este poema de mi disco duro de archivos, es un poema que de adolescente me encantó y ha seguido acompañandome durante el resto de mi vida, tanto por su contenido que habla de una aparente desvalorización del amor y sus efectos, pero que finalmente no es tal. También por su forma, el juego entre esdrújulo y ridículo, y en definitiva hay poemas que realmente a uno le llegan a un punto exacto y a mi me ocurre con éste.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es quizás tarde, quizás no, pero trataremos siempre de cumplir. Es por ello que ya posteamos algo sobre tu blog. Felicitaciones por mantenerlo siempre actualizado.

Anónimo dijo...

Jéssica:
Me encantó tu artículo sobre todo porque te salio del alma. Eso ocurre cuando uno escribe acerca de los hijos pequeños.
cariños
Un admirador