Hay una vieja superstición -porque todas las superticiones por esencia son antiguas- que dice que los primeros doce días del nuevo año representan como será cada uno de los meses del que comienza.
Deseo con todo mi corazón que no sea así, ya que he estado casi secuestrada en medio de pega, problemas de salud de mi familia y múltiples quehaceres que me han tenido casi sin vida personal. Y sin bloguear, que a estas alturas es una de las cosas más entretenidas que hago.
Bueno, disculpen por la interrupción, pero estaré unos días más un tanto alejada. No estoy en Copiapó, desde ayer, en el sur para mí, para otros sólo en centro del país. Extraño mi casa, mi computador, a Cristian y a toda mi familia. pero también extraño el agua.
Soy de esas pocas que siempre toma agua de la llave, y sé que el agua de mi región no es para nada saludable, tiene más minerales de los normales y no sé cuántas cosas más, pero estoys acostumbrada a su sabor. El agua de estos lados me parece desabrida. A estas alturas las raíces han comenzado a atraparme, ya que antes no sentía tanto los detalles, como la cama, y me vivía con más sentido de aventura cualquier viajes.
Respecto al agua, recuerdo que cuando llegué a Antofagasta -donde estudié cinco años- encontré el agua como el mayor martirio. Tanto es así, que mi cara se manchó producto del arsénico que contiene, que ni con los filtros sofisticados logran neutralizar. Bueno, estaré unos días más por estas tierras, con un calor extraño, más molesto que el nortino y sin las posibilidades de descansar del calor que da la noche desértica.
5 comentarios:
Extraño el desierto y el sol de la Tercera Región... en Atacama o "Acatama" como dijo "Gabito" (sin informarse correctamente, mal de periodistas...) alguna vez en sus reportajes periodísticos, antes de ser premio Nobel, es un lugar de luz. Y esa es la gracia del norte, que es un lugar brillante en el cual te llenas de energía y luminosidad.
Espero que pronto lleges a tu "planta de energía" para seguir luchando en este nuevo año.
Para mí, mientras más luz y sol mejor y si viene acompañada de agua mejor...
FAAA
Pucha jessicucha yo también extraño el agua de salvadorcitytown, pero te queda poco por allá, nos vemos mañana. Espero, podriamos ir al cine
salu2
Eeeehhhh... ¡Burton! ¿Qué está pasando aquí? Fíjate que yo también extraño esa agua de "salvadorcitytown"...
Jessica, lo que pasa es que, al parecer como Burton, resulta que viví 7 años en El Salvador, la pequeña ciudad minera de Atacama, con su singular forma de casco minero...
Bueno... Tienes toda la razón: uno suele extrañar ciertas aguas y claramente le identifica sus sabores...
Un abrazo,
Andrés
Estoy de acuerdo. El agua de Antofagasta es la peor.
necesito tu mail...
piratadrake1970@yahoo.es
clausdrake@gmail.com
acabo de escribirte algo pero no sé qué fué de esas palabras...
sólo sé que te encontré... pero no me resulta suficiente...
C. Mass Media fue la clave...
un beso y un gran abrazo a la distancia...
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