Estos niños son de una escuela rural. San Pedro se llama la localidad y la escuela, que queda a tan sólo 20 kilómetros de Copiapó, pero resultan una frontera para muchos de ellos muy difícil de traspasar en modos de vida, oportunidades y tantas cosas. Ciudadanos de a pie cuando caminar no puede llevarte muy lejos.
Los fotografíe mirando una obra de teatro que llevábamos como parte de una itinerancia por sectores de Copiapó, y me cautivó la imagen, esa forma de estar atrás y detrás de las rejas, de no ir a buscar las sillas disponibles si no quedarse siempre un poco al margen. Como viviendo en San Pedro.
Hoy volví a mi puesto de trabajo pensando que mi página tiene poco de comentarios cercanos a mi vida cotidiana y bastante de cuentos, escritos y otras cosas. Me gusta escribir y fotografiar, así que las fotos que vean en este lugar generalmente son mías, y si no prometo explicitarlo.
2 comentarios:
Nunca he entendido eso de las fronteras con la ruralidad
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