miércoles, mayo 24, 2006

Triste panorama mundial registra Amnistía Internacional


Ejecuciones de civiles por parte de ejércitos y grupos extremistas tanto de derecha como de izquierda, prisiones para detenidos sin juicio, el hacinamiento de las cárceles en Chile, el 46 por ciento de los niñ@s no tiene acceso a la educación primaria y una serie de horrores que están sucediendo en los diversos puntos del planeta son parte de este informa de Amnistía Internacional.
Ojo, que la guerra contra el terrorismo es el nuevo nombre que tienen los países para aumentar las desigualdades sociales y la represión.

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martes, mayo 23, 2006

Me cargan que me digan “Mijita”

Ya lo han dicho muchas veces: en el lenguaje las formas de la discriminación se multiplican y consolidan. Más allá de la discusión sobre el poner el género al lenguaje, yo lo siento muy dentro cada vez que me dicen “mijita” o alguna de sus variaciones más frecuentes: chiquita, chatita, mija o hija. Una serie de diminutivos que no van con mi personalidad, y que especialmente en las relaciones de trabajo me molestan profundamente.
En mi ya larga lista de trabajos me he encontrado con diversas clases de hombres, y en algunos de ellos uno huele esa actitud machista que a algunos se les sale por los poros. Debo decir que como resultado final no he tenido ese tipo de problemas, ya que por norma general mantengo las distancias con cualquiera que me huela a estilo troglodita, y en particular comienzo con pequeñas aclaraciones y mayores cuando el caso lo amerita.
Una de ellas es no dejar que me mijiteen.
Es como si en medio de una reunión, o de estar hablando de una decisión importante pretendieran tratarte como inferior en algún sentido, decirte casi tontita, descalificando de esa manera tus opiniones o posturas y darse ellos el lugar de las canas. Cuando era más joven era aún peor, con eso de que la juventud es sinónimo de inexperiencia, ya que en este país te empiezan a tomar en serio después que cumples los treinta años.
Creo que he tenido éxito en esto, que la tentación sufrida por varios al inicio de mi carrera, cuando todavía era una joven demasiado bonachona y que buscaba aprobación, fue cortada por mi otro impulso de ponerme de igual a igual. He tenido personal a cargo –en ocasiones colegas y hasta todos hombres-, me he desempeñado también como asesora e igualmente me he desempeñado en otros espacios como el gremial o un círculo de estudios sin pasar por el clásico mijiteo.

viernes, mayo 19, 2006


Una vista diferente de la catedral de Copiapó, con uno de esos cielos que esta ciudad nos regala tan cotidianamente.

sábado, mayo 13, 2006

Escritura de calidad


Respecto a la calidad de la escritura:
"Que no es escribir bien, porque eso lo puede hacer cualquiera, sino escribir maravillosamente bien, y ni siquiera eso, pues escribir maravillosamente bien también lo puede hacer cualquiera. ¿Entonces qué es una escritura de calidad? Pues lo que siempre ha sido: saber meter la cabeza en lo oscuro, saber saltar al vacío, saber que la literatura básicamente es un oficio peligroso. Correr por el borde del precipicio: a un lado el abismo sin fondo y al otro lado las caras que uno quiere, las sonrientes caras que uno quiere, y los libros, y los amigos, y la comida."
Palabras del Discurso de Caracas, del libro "Entre Paréntesis".

Pensaba en todo esto, en la fragilidad de ciertas historias y la obsesión de plasmarlas. La literatura explora en la condición humana, en las mentes, las almas, los hechos y tanta cosa que es peligroso mirar, y también valiente hacerlo, y finalmente escribir no es fácil si no todo lo contrario.
Dejé de adolescente la música, y aún hoy envidio a quienes tienen un lenguaje sin palabras para expresarse y salirse de los intersticios de la vida. A los artistas visuales, incluso a ese mundo audiovisual que puede liberarse de tanta palabra atada a las grandezas, podredumbres y extravíos de los seres humanos.
Siempre me interrogo y me vuelvo a preguntar respecto a por qué salvar un texto de la papelera (digital o física) o echarlo a volar. Estas son algunas de las respuestas provisorias, modestas, que voy siguiendo.
Tal vez sirvan de algo para todo ese debate en el post sobre los héroes en la literatura, la calidad de la escritura de Volio, o tal vez no agregue nada a nadie más que a mí.

viernes, mayo 05, 2006

Cada vez veo más tele


Mi relación con ese aparto llamado televisor siempre ha sido un tanto inconstante. Puedo pasar meses sin ver más que las noticias, prender el televisor de fondo en las mañanas con el instrumental objeto de ver la hora y, claro escuchar un poco más de noticias, pero siempre he dejado algún tiempo para ver películas, aunque la mayoría no proviene de la televisión abierta.
Pero no sé qué me ha pasado en los últimos meses, que he agarrado el hábito de pegarme al televisor. Consecuencias: me duermo más tarde, leo menos, pero me acuesto más temprano. Lo más preocupante ha sido el descenso en mi ritmo de lectura. También escribo menos.
Anoche estaba viendo, por ejemplo, Hora 25. Un programa que me dedico a seguir, aunque a veces me deja con un sabor a poco. Anoche no, la entrevista a José Miguel Villouta estuvo genial, creo que ha sido una de las mejores que he visto en televisión sobre temática gay. Sobre todo cuando dijo que al salir del closet se produce un cierto odio hacia sí mismo, porque cuesta eso de aceptar que "te gusta verle el culo a un tipo". No quiero decir con esto que me haya detenido en esta forma de expresarse, que en esa parte fue francamente provocadora, si no más bien en el hecho de que habló relajada pero incisivamente sobre lo que es ser gay, sobre como se trata el tema en los medios y los espacios a los que reducen a los homosexuales.
Claro, eran cerca o más de la doce de la noche, pero bien porque cada vez más en este país las pantallas se abren -gracias al esfuerzo de varios, no es gratis- para hablar de aquellas cosas que por siglos se han callado.
Bueno, con Entre Medias me rio bastante, aunque de vez en cuando me hace pensar. Un buen guión, que a ratos sólo se acerca demasiado a Los Treinta, cuando las sacan de la realidad en esa especie de sillón de siquiatra. Y así, mucha tele, más de la que quizás me gustaría, pero aún no he dejado de estar de acuerdo con Fuguet en eso de que más vale una mala película que un buen estelar.
En fin.
pd: O los temblores se han calmado por estos lados o ya nos acostumbramos. Terremoto no ha habido, sólo algunas predicciones de sismólogos que han provocado o acentuado el temor. Pero ya todo está más tranquilo.

martes, mayo 02, 2006

Continúan temblores


Escribo un martes en la mañana. Son cerca de las diez y quince, estoy en el trabajo, en un segundo piso que se mueve suavemente con los ya tres temblores que esta mañana hemos sentido. Al lado de este edificio hay una escuela, que con su alarma ante los sismos me hace pensar que los niños y niñas no deben estar pasándola demasiado bien y que muy difícilmente se están logrando concentrar con tanta evacuación de emergencia.
Pienso en mis hijos, que deben estar en lo mismo en otras escuelas y me cuestiono si habrá sido una buena decisión el haberlos enviado a clases. Todos queremos que la vida siga como siempre, y alterar nuestras rutinas es darnos por vencidos al miedo, de algo que no sabemos si va a ocurrir, porque los temblores como están hasta ahora no representan demasiada amenza. La rutina es una muestra de normalidad, que aleja la idea que va a pasar algo mayor.
Gracias a los que han comentado y han tirado buenas vibras. Resumiendo los últimos días, el domingo recién pasado tuvimos 170 temblores, pero la mayoría de ellos no fueron percibidos por la comunidad. Llevamos más de 21o sismos hasta ayer, el mayor de ellos fue de 6 grados escala mercali la tarde del domingo.
El lunes llegó un equipo de sismólogos de la Universidad de Chile y de la Oremi, y están reforzando la red de sismógrafos, a través de los medios nos enteramos de las interpretaciones a este fenómeno llamado enjambre sísmico, que en 1973 también se produjo. Esa vez no pasó nada más, mientras que en televisión vi a uno de la Oremi decir que para el terremoto de Santiago del 83 también se dio una situación como ésta.
Lo más complejo de todo esto es la reacción del cuerpo, esa que nos heredaron nuestros viejos antepasados que necesitaban sobrevivir ante tanto peligro, y hoy nos hace generar adrenalina y una sensación de alerta nada agradable. En fin. Sólo espero que deje de temblar pronto.