Según el ranking elaborado por la revista estadounidense Forbes, Michellet Bachelet es la mujer más poderosa del mundo hispano, y está en el número 17. Una nota que bien reproducen hoy La Tercera y La Nación, dejando en claro que uno de los aspectos que se tomó en consideración fue precisamente el acceso de mujeres a cargos formales de poder político.
Esto me hizo pensar en una de las reflexiones que el otro día hacía Juan Vera respecto a que es importante lograr no sólo la satisfacción de nuestros públicos o clientes, si no que llegar al orgullo.
Yo me siento orgullosa que Michelle Bachelet, sea la Presidenta de la República, y que salga en un ranking internacional de estas características. Me agrada su trayectoria, su buen humor, sus heridas de vida que se han transformado en cicatrices sanas.
Sin embargo, a pesar de mi historia de vida y por tanto mi forma de ver la realidad, no dejo de ser también una consumidora volátil de política, donde mis preferencias rápidamente se debilitan con algunos hechos que me molestan, como esas declaraciones que me huelen a desconfianza en torno a no buscar "carreras propias", la debilidad del gabinete de la presidenta, o la declaración de la Ministra de Cultura de que "no le teme a Parra". En este punto estoy muy de acuerdo con lo dicho por Rafael Gumucio en su última columna del Clinic, algo así como que no es necesario que una Ministra de Cultura sea una buena actriz, si no más que bien que sepa como tratar a Parra.
La presidenta me hace sentir orgullosa, pero algunos de sus gabinete no. Por opacidad en algunos y condoros en otros, algunos incluso en sus debuts. La política tiene que ver con esa capacidad de conversar sobre los temas que nos interesan a todos, con reducir la incertidumbre, con construir la realidad de una manera conocida y aceptada. Los buenos políticos son aquellos capaces de darnos seguridad, de impresionarnos de vez en cuando poniendo las piezas en otros lugares o sacando algún conejo de debajo de la manga cuando pensábamos que todo se había dicho o el tema estaba agotado.
Trabajé con un buen político una vez, a veces me era muy díficil comprenderlo, y no era nada de fácil seguirlo. Una de sus características era traducir muchas de sus decisiones a refranes o frases y una de las que aprendí con él es que en política lo mejor es "barrer para adentro". La paridad de género tal vez sea una manera de hacerlo, pero hay muchas más sobre todo si el gobierno de una mujer para ser diferente se ha propuesto ser más participativo, con comisiones o sin ellas.
Seguiré deseándole mis parabienes al gobierno de Bachellet, siendo una espectadora más de este proceso donde las principales críticas apuntan a debilitar la imagen de la presidenta con argumentos como su falta de liderazgo, que me parece una estrategia que apela al lado machista de los hombres y mujeres chilenas.
7 comentarios:
Hola Jessica:
Estoy muy contenta con la visita que me hiciste. Me encantaron tus palabras y sentì tu cercanìa y buenas bibras....gracias.
Tambièn me siento demasiado orgullosa con todo lo que ha logrado Michelle Bachelet, obviamente, debemos estar ciertas de que su gabinete està formado por seres humanos y no me canso de repetir que eso implica diversidad e imperfecciòn. Debemos tener eso super claro. Si miramos un proyecto "sabiendo" que no estarà exento de problemas, no serà tan fàcil desilucionarnos.....al revès, tomaremos los obstàculos (de cualquier ìndole)como uno màs de los problemas que debemos superar. Lo importante es el proyecto en si....y en eso pasamos la vida...superando, creciendo.
Coincido con tu mirada en cuanto a que a este gobierno se le juzga con un sesgo machista inevitable pero irritante.....son los estertores de una cultura que se resiste a evolucionar. Pero como todo en el universo, va a seguir su camino hacia otra etapa, otro estadio. LLegarà el dia en que hombres y mujeres estemos perfectamente complementados...pero tomarà su tiempo......mientras tanto .....¡¡ànimo amiga!!!
Sorry no comparto, me alegra que esté dentro de las 20 mujeres con más poder, pero no creo que eso internamente sea signo de nada; sino sólo un buen márketing internacional por el cual Chile se ha caracterizado hace rato.
Tampoco creo que la paridad sea la solución contra el machismo , es más pienso que la discriminación positiva es mediocre y aquí tienes que concordar conmigo, pues de otra forma aquella ministra que tú y yo conocemos no estaría donde está. Ocupa dicho cargo por culpa de la discriminación positiva cumple todos los requisitos: es mujer, joven e indígena, pero ¿tiene méritos?. En su antigua pega lo hizo pésimo y la premian con esto por la puta y malsana discriminación positiva.
Yo no creo que Bachellet tenga falta de liderazgo y eso sea producto de que es mujer, sino que ha elegido pésimo a sus colaboradores y hasta el momento no ha mostrado una claridad absoluta sobre las directrices que su gobierno tomará.
Sin embargo, espero por el bien de todos que mejore.
cariños
yo más bien ncesitada de algo más de encanto que se anduvo extraviando por ahí, y por cierto feliz de volver a encantarme
saludos
Esos ranking de nada sirven para los necesitados de nuestro pais.
Han tocado procesos difíciles, pero ya se ven buenas cosas, como la decisión de entrega gratuita y sin restricciones de todos los métodos anticonceptivos. Ojalá que no se recule nuevamente.
Abrazo,
AAB
Hoy en un momento de ocio y de ese narcisismo inconfesable pusé en el buscador de mi blog el nombre de Pablo Azócar, gusto particular y que no muchos están dispuestos a confesar, el buscador me tiró a tu dirección a propósito de un escrito que hiciste sobre Marín y que lo nombras... entonces me acorde de ti, te vi en la U, casi siempre en la Federación, casi siempre apurada, haciendo listas para los que quedaban fuera de la beca... y me alegré saber que estás bien, leí tus cuentos, y bien ( me gustan los cuentos de los periodistas, así los conoces menos rígidos, más en lo suyo...además es inevitable siempre un periodista pone algo de si en sus relatos)... que bueno saludarte.... ah se me olvidaba soy la Daniela Ortega, la hermana de Patty, esa cría terrible de social, que era y es como el queso chedar (¿así se escribe?) o gusta o en definitiva no se pasa ni con el mejor vino... nos vemos prometo seguir visitándote..
Parodiando a Amanda ... yo sigo encantada con tener a un ser humano, tan humana como es Michelle Bachelet de presidenta.
Bancandose la mediocridad y chaqueteo de unos y otros, sin embargo siguiendo fiel a lo que debe ser su naturaleza, una profunda humanidad para dar y regalar.
Un abrazo y gracias por tus escritos
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