Un importante fallo ha llamado mi atención, una vez más me enteré gracias a periodismo global (que quedó por lo demás entre los finalistas en el concurso Atina Blogs Awards). El Colegio de Periodistas -consejo metropolitano-, a través de su Tribunal de Etica, ha condenado a los editores y a una periodista que en su minuto publicaron que detenidos desaparecidos se habían matado entre sí como un ajuste de cuentas en el extranjero, denominado Operación Colombo.
El fallo es drástico, y alude al incumplimiento de la carta de ética del gremio vigente en la época que dice “el periodista no deberá aceptar presiones de sus empleadores para que falte a la verdad”, “son faltas extremas a la ética profesional la participación en la violación de los derechos humanos y la desinformación premeditada” y “los ataques injustificados a la dignidad, honor o prestigio de las personas, instituciones o grupos”.
Técnicamente, el fallo alude a la contrastación de las fuentes, “no cumplieron con su obligación de confrontar los hechos base de la noticia con otra fuente que no fuera la oficial, con lo cual fallaron en entregar la verdad que la ciudadanía tenía el derecho a recibir”. Esto, porque claramente hubo fuentes en ese entonces de gobierno que les entregaron la información. El fallo va más allá y también alude a las responsabilidades del Colegio de Periodistas en esa época, dejándolo en pocas palabras, bastante desacreditado.
El texto original apareció en La Nación
Un fallo a tres décadas después, que de alguna manera también nos habla hacia el hoy. No es fácil entender como alguien puede poner algo tan despreciativo de la vida humana en un titular como ese del "exterminados como ratas", que da cuenta del ambiente que hacía posibles las matanzas de esa forma. Habían enemigos, que no eran considerados seres humanos y eso también se dejaba ver en los medios de comunicación. Ahora, el fallo nos habla de los trabajos mínimos que un periodista debe hacer y que un editor debe cautelar, para entregar informaciones que no sean parte de un montaje o tan sólo una construcción irreal, y que hoy también, -en tiempos de paz y de más respeto entre las personas- es bueno hacer, para cumplir con la misión de un periodista interesado en algo más que cobrar su sueldo a fin de mes.
6 comentarios:
Increíble este fallo...30 años después. Pero como señalas, es un fallo que debemos valorar desde "hoy", para hacer que el trabajo periodístico sea riguroso y responsable.
Que fuerte recordar esos días...
y que distinto nuestro país de hoy!
Increíble, en realidad es... chocante ver ese titular "exterminados como ratones"... totalmente inhumano.
Creo que hasta el día de hoy ciertos medios amenazan con despidos a los periodistas para publicar ciertas cosas o ciertos puntos de vista, claro... con tan poca pega las personas se intimidan...
Saludos.
gracias por tu comentario, Fernando Ariztía será recordado como el pastor que siempre estuvo junto al Comite Pro Paz en la defensa de la vida, sobre tu comentario tienes toda la razón sobre la responsabilidad de la prensa, además quedo establecido esa responsabilidad en el Informe Valech
saludos
La justicia tarda pero llega.
"Exterminados como ratas". Y toda esa campaña de El Mercurio aprovechándose de la tragedia del avión uruguayo caído en la cordillera. Públicaban: "Tuvieron que comer carne humana" y, al ladito, "Desabastecimiento de productos alimenticios". Ufff, qué horror aquellos tiempos.
Abrazo,
AAB
HAce poco terminé una conversación con un amigo que trabajó en ese periodo. Y es uno de los mejores amigos de Fernando Díaz Palma, Director de LUN en ese tiempo.
Yo, sin siquiera saber lo que pasaba en ese tiempo, puedo entender el miedo que me transmitió mi amigo para poder publicar los horrores de aquella época.
Muchas veces no se pudo hacer ni decir nada, no por ser miedoso, sino por temor a morir...Y ese miedo es imposible derribarlo.
FAAA
Bueno, te puedo citar desde otro punto de vista, por ejemplo como un tal F.Donoso de la III región, demandó a un diario regional por publicar una noticia donde se mencionaba su nombre. Por tal motivo el Diario Atacama nunca más publicó ninguna noticia relacionada con eso. Ahí hay un ejemplo de como un cagón y sinverguenza como Donoso aún sigue influyendo en esta pacata sociedad atacameña, (de todas formas todos sus estudiantes y cercanos lo conocen como F. Doloso)
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